La lavanda es una de las plantas más usadas por sus múltiples beneficios, sirve para relajar y calmar, ayuda a aliviar tensiones, así como a un mejor descanso. Sus propiedades la han hecho uno de los ingredientes favoritos para el cuidado natural de la piel a través de cremas o aceites esenciales.
Para una piel saludable: El aceite esencial de lavanda es excelente para tonificar y estimular la piel. Utilízalo para masajes relajantes. También puedes mezclar aceite de lavanda y almendras, aplícalo después de bañarte sobre la piel húmeda. Te humectará y tonificará.
Combate el insomnio: Ayuda a conciliar el sueño. Se recomienda tomar un té de lavanda antes de ir a la cama o colocar una bolsita debajo de tu almohada para que percibas su aroma.
Desintoxica: La lavanda contiene polifenoles, los cuales reducen las bacterias del intestino y lo desintoxican. La manera de usarlo es espolvoreando un poco de lavanda seca en la comida o tomando té.
Mejora el ánimo: Agrega unas gotas de aceite de lavanda a tu tina de baño y verás cómo te sentirás más tranquilo.
Contra la ansiedad y los nervios: Tomar una infusión de lavanda reduce estados de ansiedad y nerviosismo. También puedes aplicar unas gotas sobre la sien y masajear o colocar Aceite Esencial de Lavanda en un difusor y relajarse con su aroma.
Ayuda a eliminar la caspa: El aceite de lavanda ayuda a combatir la caspa y además, previene la caída del pelo. Puedes hacer un tratamiento acondicionador y aplicarlo dos veces por semana.
Alivia la molesta comezón: El aceite de lavanda es un antiinflamatorio natural que ayuda a reducir la picazón, el enrojecimiento y la inflamación causada por ronchas o por piquetes de mosquitos. Sólo aplica sobre la zona y ¡listo!
Calma el dolor de pies: Agrega unas gotas de aceite de lavanda en una pequeña tina con agua caliente y sumerge tus pies por un rato. Verás cómo se relajan y disminuye el dolor.